Cada mañana, nuestro equipo se reúne en una reunión breve pero esencial de 5 minutos para revisar y analizar los resultados de producción del día anterior y planificar el día siguiente. Esta sesión breve y centrada permite que todos se mantengan al día sobre nuestro progreso y los desafíos que encontramos, lo que garantiza que sigamos siendo eficientes y proactivos a la hora de abordar los problemas. Durante estas reuniones, los miembros del equipo tienen la oportunidad de compartir actualizaciones importantes, como éxitos de producción, cuellos de botella o áreas específicas que necesitan atención. También analizamos la asignación de recursos, las prioridades del día y cualquier ajuste a nuestro flujo de trabajo en función de los objetivos actuales o las demandas imprevistas. Este registro diario fomenta la comunicación abierta y ayuda a que cada miembro del equipo comprenda su papel en el cumplimiento de nuestros objetivos de producción. Además, crea una oportunidad para la colaboración y la resolución de problemas, ya que los miembros del equipo pueden expresar sugerencias u ofrecer soluciones para mejorar la productividad y la calidad. Al mantener esta rutina constante, no solo mejoramos nuestro trabajo en equipo y la responsabilidad, sino que también garantizamos un proceso de producción más fluido y eficiente cada día.